Es de alta concentración, manteniendo un rico y potente sabor incluso en condiciones extremas de temperatura, lo que la hace perfecta para recetas horneadas, como galletas, bizcochos, pasteles, glaseados,…
No es soluble en agua, se recomienda su uso en productos a base de aceite, ideal para chocolates y coberturas. También se mezclan bien en aceites de masaje, bálsamos y otros productos de cuidado personal.
No siempre son idóneos para aromatizar merengues o glaseados, ya que pueden verse afectados por la adición de un aceite.
Cuando vaya a usarse en sustitución de un extracto, se recomienda usar entre ¼ – ½ cucharadita de té por cada cucharadita de extracto que aparezca en la receta.
- Limpia los derrames rápidamente, un contacto prolongado puede causar daños.
- No uses cucharas de medir u otros utensilios de plástico.
- Evita el contacto directo con la piel cuando el producto se usa sin diluir. Algunos saborizantes como el de canela y almendras son especialmente potentes.
Sugerencias para aumentar la solubilidad del sabor si se están teniendo dificultades:
- Disminuir el nivel de aroma utilizado (demasiado puede hacer que los bombones se agarroten).
- Aumentar el tiempo o el nivel de mezcla si es posible.
- Aumentar ligeramente la temperatura de la mezcla al añadir el aroma.
- Considerar la posibilidad de añadir un emulsionante, como lecitina, goma xantana o goma arábiga.
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